Esta actividad fue organizada con el propósito de adquirir una mejor técnica de progresión horizontal y
vertical en escenarios donde, la poca visibilidad, movilidad y esfuerzo físico están presentes en todo
momento.
Una vez llegado a la zona, donde, si se hace combinación de vehículos, se organiza el material y vehículo que ha de quedarse en la salida de la cueva con la ropa seca de los participantes.
Después de ubicar el segundo vehículo en la salida de la cueva, emprendimos el camino descendente a la entrada de Hundidero, aproximadamente unos 20 minutos andando.
Una vez equipados y dispuestos a adentrarnos en el sistema, marcamos algunas pautas de comportamiento y de organización del grupo, intercalando a bomberos con experiencia entre el grupo para garantizar la seguridad de éste, ya que el sistema iba con más agua de la frecuente.
El primer pozo que nos encontramos es aproximadamente de unos 5 m de altura equipado con un pequeño pasamanos de cadena y una cabecera doble unido al pasamanos. En la cabecera de este pozo hay una pequeña marmita llamada lavapies. Esta marmita que tiene agua nos sirve para habituar al cuerpo a la temperatura del agua de la cueva. Este pozo es saltable pero con precaución ya que la recepción no es profunda.
A la salida de este pozo, nos encontramos con los restos de un camino. Aquí el pensamiento de cada uno galopa libremente por lo que tuvieron que pasar los obreros en aquella época y con los medios que disponían, al igual que los comentarios que nos hacíamos.
Siguiendo este camino ascendente y algo resbaladizo, llegamos a la segunda dificultad, otro pasamanos y cabecera con un rápel de unos 7 metros. En esta dificultad, decidimos montar otra cuerda de progresión para dinamizar el grupo y que fuera más fluido. Una vez el grupo reunido en la base de este pozo, cruzamos un pequeño lago llamado el Lago la Sartén que termina en dos dificultades, una en un pasamanos o en una pequeña sima llamada Sima del Embudo. Este pasamanos tiene varios puntos intermedios por lo que es obligatorio utilizar dos bagas de anclajes para ir alternándolas en cada tramo.
Siguiendo el pasamanos nos lleva a un lago llamado el Lago Negro. Aquí el agua nos parece mucho más fría, pero es el contraste del calor de nuestro al coger temperatura por el esfuerzo realizado en el pasamanos.
Una vez superado el Lago Negro, salimos a un pasillo descendente que nos conduce ahora al llamado
Lago Blanco, tiene una calcificación que marca el nivel epifreático del lago que en la actualidad parece que
es el mismo y el cual te permite andar por él agarrado a la pared hasta la salida de éste.
Tras el Lago Blanco nos encontramos un pasamanos que nos lleva a la vertical más grande que tiene este
sistema denominada Sima Calipso. Tiene aproximadamente unos 14 metros. En esta vertical decidimos
montar otras dos cuerdas fijas al igual que la anterior en prevención de que llegado a la galería de los
Toriles no se pudiera seguir por caudal de agua y tuviéramos que dar la vuelta. En esta zona podemos observar restos de las pasarelas colgantes
En la base de Sima Calipso nos reagrupamos y proseguimos dejando atrás la zona más técnica del sistema, nos encontramos con un pequeño muro de hormigón llamado paso del interruptor donde durante las obras tenían ubicado algunas conexiones eléctricas con sus correspondientes interruptores, franqueando un pequeño lago y llegando a un destrepe en rampa pudiendo ser evitado saltando a una marmita.
Siguiendo por una galería semiinundada, llegamos a una sala de los Órganos y Lago L, con varios espeleotemas motivos de fotografía grupal.
Esta dificultad es franqueable por dos sitios, mediante un pequeño rápel y por un sifón el cual tiene unos dibujos en la piedra espectaculares. Después de nadar algunas decenas de metros, la cueva nos deleita con una gran concentración de Gours, esta vez inundados de agua por lo que merece pararse a observarlos y fotografiarlos.
Tras andar unos minutos en los cuales nos seguimos encontrando con más restos de la titánica obra, que cada vez te mete más en el sacrificio que tuvieron que pasar esas personas en esas condiciones, llegando a la galería de la Ciénaga. Esta vez inundada pudiéndose pasar a nado, cuando lo habitual es sufrir en el barro pegajoso que te entierras hasta las caderas.
Tras salir de la galería de la Ciénaga, nos encontramos con una de las mayores salas que tiene el sistema, La Plaza de Toros. Sala de grandes dimensiones y altura, donde todavía quedan restos de vagonetas, calderas, cubetas, etc. Pasada la Plaza de Toros se encuentran Los Toriles, una gran galería en la que aparecen las aguas que se sumen en el fondo del pantano cercano a Hundidero. Estas aguas aparecen de forma espectacular con un caudal y un estruendo impresionantes y pasan a circular por la galería haciendo muy peligrosa la continuación sobre todo por la existencia de zonas con rápidos. Al parecer, antes de la obra de la presa las aguas aparecían por otras galerías que fueron taponadas con hormigón por entender que así se contendrían las pérdidas. Llegados a este punto, si el caudal es el de la fotografía lo prudente es regresar, para ello es necesario haber instalado algunos pasos pensando en el retorno como nosotros hemos hecho. Dejar todas las verticales con cuerdas instaladas.
Aunque no encontramos la cascada en Los Toriles, no dejaba de haber agua en el cauce. A la vuelta de
un recodo nos sorprende "LA GRAN ESTALAGMITA", formación situada en el centro de la galería en una zona de gran actividad, hasta el punto que a veces resulta completamente sumergida bajo las aguas.
Aquí podemos ver porque lo de la gran Estalagmita y la marca de agua cuando el sistema está en carga. Este es el verdadero punto de no retorno. Después pasamos por una sucesión de varios lagos de gran longitud, como el "Lago Doble" y el "Lago Largo" y zonas como la llamada "Cabo de las Tormentas" donde, al ser menor la sección del conducto, seproducen fuertes vientos. Al final está la "Galería de la Botella" donde las aguas primero se remansan en una gran sala y después se precipitan por un estrecho conducto a gran velocidad.
Tras pasar por lugares como la "Galería del Aburrimiento" donde nos fuimos encontrando con
espeleotemas que dejan correr la imaginación. Justo a la terminación de la galería del aburrimiento, nos encontramos con la "sala de las Dunas"
Al terminar la Sala de las Dunas, nos encontramos una galería llena de caos de bloques llamada Galería
de las cabras, siendo su progresión por el lado derecho donde se encuentra una senda construida durante
la obra o bien ir saltando entre las piedras por eso su nombre.
Terminando esta galería, vislumbramos la luz del día a través de la gran boca de la Cueva del Gato por la
que sale el río formando un bello lago que posteriormente a los pocos metros se une al Guadiaro que baja
de la cercana Serranía de Ronda.
(Memoria de Miguel Ángel Carranco Sancho)
¡Magnífica memoría!
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