Sevilla sufre cuatro grandes fuegos en tres días, el último el de una superficie de pastos junto al parque acuático Aquópolis.
La noche del incendio en el centro comercial Los Arcos
hubo quien fotografió las llamas y las explosiones, hizo vídeos, los
colgó en las redes sociales y los distribuyó por mensajes de telefonía
móvil. Miles de sevillanos pudieron contemplar la misma noche del
domingo, apenas unos minutos después del suceso, cómo explotaba uno de los transformadores
y cómo las llamas parecían envolver todo el centro comercial. El
incendio se quedó en un susto, ninguna persona resultó herida y los
servicios de emergencia funcionaron a la perfección al desalojar los
cines y los restaurantes del centro comercial a tiempo y acordonar toda
la zona.
Esa misma noche hubo otro gran incendio de pastos en el Aljarafe,
que pasó casi desapercibido por las espectaculares explosiones de la
subestación de Los Arcos. El lunes por la mañana el incendio del centro
comercial copaba la mayoría de las tertulias de la ciudad. Quien todavía
no había visto el incendio lo veía a través del teléfono móvil de un
compañero o de alguna página web a la que podía acceder desde su
smartphone. Apenas doce horas después se declaraba otro incendio,
también en Nervión. Esta vez esta ardiendo una habitación del hotel Los Lebreros. No había llamas pero sí mucho humo. Once personas resultaron intoxicadas
y de nuevo el trabajo de los servicios de emergencia fue ejemplar,
instalando un hospital de campaña en la avenida Luis de Morales y
desalojando el hotel en cuestión de minutos.
De nuevo corrieron
las imágenes de móvil en móvil, de web en web. Los comentarios se
dispararon cuando se supo que había sido un pirómano que se hospedaba en
la habitación 1111 del hotel quien inició el fuego aplicando el mechero
al colchón, en el que había acumulado papeles y rociado con alcohol.
Por la noche se registró un nuevo incendio de pastos en el Aljarafe, aunque de menor entidad que el de la noche anterior.
Todo generó una psicosis tal que ayer decenas de funcionarios de la Consejería de Empleo desalojaron espontáneamente el edificio de la calle Diego Martínez Barrio
al confundir una polvareda con humo y creer que había un incendio en la
Consejería. Los servicios de mantenimiento estaban haciendo unas
reparaciones en el aire acondicionado y se levantó una polvareda que
alguien confundió con humo y dio la voz de alarma. Se activó el
protocolo de incendios, llegaron los Bomberos y los servicios de
emergencias sanitarias y comprobaron que era una falsa alarma.
Por si fuera poco, a la una y media de la tarde los Bomberos recibían otra llamada que alertaba de que estaba ardiendo el campo próximo al parque acuático Aquópolis,
en Sevilla Este. Se trataba de un incendio de pastos de grandes
proporciones, ya que las columnas de humo podían verse desde varios
kilómetros. Los Bomberos controlaron la situación antes de que fuera
necesario desalojar el parque acuático, al que sí llegó el humo. El
fuerte calor provocó que algunas brasas se reactivaran más tarde, aunque
sin consecuencias.
Va a ver que sacar el dicho de "trabajas más que un bombero en Sevilla",saludos Plata.
ResponderEliminar