17/2/11

Tres heridos por inhalación de humo en un incendio



El llanto de un bebé de 18 meses evitó ayer una tragedia en el barrio de Triana, donde una vivienda resultó destruida por un incendio que se declaró en el salón, probablemente a causa de una colilla mal apagada. En el piso dormían en ese momento un joven matrimonio —él de 23 años y ella de 24 años— y su hija, de año y medio. Al padre de la menor no le quedaba ayer duda alguna: si la niña no hubiera llorado, ni él ni su mujer se habrían percatado del incendio y los tres hubieran muerto abrasados, asegura.


El siniestro se produjo en el número 5 de la calle Ruiseñor, alrededor de las siete y cuarto de la mañana. A esa hora, una llamada al servicio de emergencias 112 alertaba de que una familia había quedado atrapada por las llamas en su vivienda.

La consiguiente movilización de los Bomberos, la Policía Local y la Policía Nacional logró rescatar con vida a los moradores del piso, aunque todos ellos tuvieron que recibir asistencia hospitalaria al haber sido afectados por inhalación de humo.

El fuego quedó sofocado prácticamente una hora después.

Más tarde, el morador de la vivienda, Francisco García, explicaba que él y su pareja estaban durmiendo cuando les despertó el llanto de su hija, lo que les permitió percatarse de que en la vivienda se había declarado un incendio. «Mi pareja se despertó y vio mucho humo, se asomó al salón y se percató de estaba ardiendo completamente, ya no podíamos salir por ahí y ella llamó inmediatamente a los Bomberos. Mi hija ha sido la que nos ha salvado de morir todos quemados», relató Francisco a E.P. En principio no han sido confirmadas las causas del incendio, aunque la primera impresión de la Policía Científica, según Francisco, es que el foco pudo estar en una colilla. En este sentido, aseguró que cuando se retiraron a dormir apagaron tanto la estufa como los cigarrillos que habían fumado unos minutos antes de irse a la cama. «No sé que ha podido pasar», añadió.

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