1/8/12

La Guardia Civil y los Bomberos buscan en el río el cuerpo de un bañista



La Guardia Civil y los Bomberos de Sevilla buscan desde la noche de este martes el cuerpo de un bañista ahogado en el río Guadalquivir, a la altura de la pasarela de la Cartuja. Las labores de rastreo se suspendieron pasadas las diez de la noche y continuarán a lo largo de este martes, después de que el inicio de los trabajos de búsqueda se demorara unas cinco horas al encontrarse los submarinistas de la Guardia Civil prestando otro servicio en la provincia de Cádiz.

El aviso de una persona que pedía socorro y se sumergía en el río se produjo sobre las cuatro y media de la tarde. Varias personas que paseaban por la pasarela que unía la antigua estación del telecabina de la Expo con el Monasterio de la Cartuja vieron cómo el bañista se hundía y no salía a flote. Los testigos llamaron al servicio de emergencias 112 relatando lo ocurrido y al lugar de los hechos acudieron una dotación de Bomberos y otra de la Policía Local de Sevilla.

Cuando llegaron los Bomberos al lugar indicado por los testigos en una embarcación, no había ni rastro del bañista. Los agentes del servicio de extinción de incendios colocaron una boya justo en el sitio marcado por los testigos y solicitaron la presencia de la Guardia Civil, cuerpo que tiene las competencias en el río y que cuenta con una unidad de submarinistas, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS).

Los buzos del instituto armado se encontraban en ese momento trabajando en la provincia de Cádiz, por lo que la búsqueda del cuerpo se demoró aproximadamente en cinco horas. Durante ese periodo varios policías locales colocaron un precinto en la orilla para impedir que nadie se arrojara al agua o que alguna embarcación pudiera mover el cuerpo. Cuando finalizó el servicio en Cádiz, el helicóptero de la Guardia Civil trasladó a dos submarinistas hasta la misma orilla del Guadalquivir. La aeronave llegó a aterrizar en una pequeña explanada situada junto a la antigua estación del telecabina, un hecho que congregó a numerosos curiosos que, teléfono móvil en mano, grabaron el aterrizaje.

Uno de los buzos se sumergió sobre las nueve y cuarto de la noche, ayudado por su compañero y dos bomberos desde una embarcación. El submarinista realizó una serie de movimientos circulares en torno a la boya colocada cinco horas antes y se pasó más de cuarenta minutos buscando el cadáver sin éxito. Pasadas las diez de la noche, la búsqueda se suspendió por la falta de luz y sigue este miércoles.

La única información que ha trascendido hasta el momento es que el ahogado podría tratarse de un ciudadano polaco. El bañista había dejado sus pertenencias en la orilla de la Cartuja y prácticamente había cruzado ya todo el río cuando pidió auxilio. La Policía Nacional se ha hecho cargo de los efectos de este hombre y trabaja para corroborar que la documentación hallada entre sus pertenencias corresponde a él y no a otra persona. Durante las maniobras de búsqueda, en las inmediaciones de la pasarela y sobre la misma se congregaron numerosas personas que se acercaron -algunos con sus hijos pequeños- para observar el trabajo de los submarinistas.

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